Queda menos de un año para que las empresas se adapten a la reforma fiscal. Reguladas el pasado enero, las nuevas normas entrarán en vigor en enero de 2026. Su implementación será progresiva y debería completarse en 2033. Esto supone una complejidad añadida: hasta entonces, será necesario coexistir con dos modelos vigentes: el actual y el nuevo. Lo cual también requiere preparación.
“El tiempo se acaba y el cambio hacia una nueva era fiscal en Brasil está más cerca de lo que muchos imaginan”, advierte el especialista tributario Lucas Ribeiro, CEO de ROIT, empresa de inteligencia artificial para la gestión contable, fiscal y financiera en las organizaciones. Ribeiro ha estado involucrado directamente en los debates y la construcción de la reforma tributaria desde 2019. En 2023 y 2024, actuó como ponente en audiencias públicas en el Congreso Nacional, señalando potencialidades y cuellos de botella, además de asesorar directamente a senadores y diputados.
“Es como un reloj gigante en cuenta regresiva en todas las empresas de Brasil. Con menos de un año para adaptarse completamente, las empresas de todos los sectores necesitan enfrentar una de las reformas más transformadoras de la historia brasileña. Y, como en toda carrera contra el tiempo, el que está preparado sale adelante y gana”, reitera.
La aprobación de la reforma tributaria trajo cambios profundos al sistema tributario, consolidando impuestos, modificando tasas e introduciendo nuevos conceptos como el IVA dual y el pago fraccionado. El IVA –Impuesto al Valor Agregado– es dual porque está compuesto por dos impuestos: el Impuesto sobre Bienes y Servicios (IBS) y la Contribución sobre Bienes y Servicios (CBS). El pago fraccionado será un instrumento para recaudar impuestos durante la liquidación financiera, vinculando la clave de factura con la clave de pago, y viceversa.
Pero la transición no es sólo una cuestión de cálculo, advierte el especialista fiscal Lucas Ribeiro, CEO de ROIT, empresa de inteligencia artificial para la gestión contable, fiscal y financiera. Ribeiro ha seguido y participado en debates públicos sobre la reforma tributaria desde 2019. «La transición a la nueva era tributaria es un desafío multidimensional que requiere reorganización de procesos, ajustes en los sistemas y, sobre todo, una visión estratégica del impacto en los negocios».
El experto añade: “Las empresas que no actúen a tiempo corren el riesgo de perder competitividad y enfrentarse a graves pérdidas financieras. “Estamos en un momento en el que el conocimiento y la tecnología se convierten en armas indispensables”, advierte Lucas Ribeiro, especialista fiscal y CEO de ROIT.
La adaptación a la reforma implica varios frentes críticos, explica Ribeiro. Ellos son:
- Revisión de contratos y renegociación con proveedores¿Cómo se repercutirán los costes?
- Revisión de precios y márgenes de beneficio:La nueva tributación impacta directamente en los precios de los productos y servicios.
- Mejora de los sistemas de control:Las empresas necesitan herramientas que integren datos fiscales, financieros y logísticos de forma precisa y automatizada.
- Entrenamiento en equipoUn equipo bien informado y preparado puede marcar la diferencia en la transición hacia el nuevo modelo.
¿Por qué es tan crítica la fecha límite?
El plazo parece corto porque lo es. Aunque la reforma no entre en pleno vigor hasta 2026, la fase de transición exige una adaptación ya en 2025. “En la práctica, las empresas tienen 2025 para ajustar sus operaciones y prepararse para la consolidación de las normas. “No se trata sólo de cumplir la ley, sino de ajustar estrategias para sobrevivir en este nuevo entorno”, refuerza Ribeiro.
Y aquí está el mayor error que muchos están cometiendo:Ignorar los detalles.Es común ver empresas creyendo que simplemente necesitan adaptar sus sistemas contables o seguir lo que hacen sus competidores. Sin embargo, cada sector, cada modelo de negocio tiene particularidades que requieren análisis detallados y acciones personalizadas.
La tecnología como aliada
Con la complejidad de los cambios, las tecnologías basadas en inteligencia artificial, como las desarrolladas por ROIT, ganan protagonismo. Herramientas como la Calculadora de Reforma Tributaria permiten realizar simulaciones precisas, análisis de impacto en tiempo real e incluso sugerencias de mejores prácticas de mercado.
Según Ribeiro, “la diferencia no es simplemente calcular la nueva tarifa, sino orientar a las empresas en la interpretación de los datos para la toma de decisiones estratégicas. La reforma no es sólo un desafío; “Puede ser una oportunidad para impulsar el negocio”.
¿Y el futuro?
Para el experto, el año 2025 será “decisivo” para definir “ganadores y perdedores en la nueva era fiscal”. Las empresas que anticipen y dominen los números estarán mejor preparadas para afrontar los cambios, enfatiza. Quienes lo dejan para el último momento, creyendo que las adaptaciones serán sencillas, pueden encontrarse en un escenario de pérdidas y falta de competitividad. “Así que si su empresa aún no ha comenzado a prepararse, ahora es el momento. El tiempo avanza y el futuro de su organización puede depender de las decisiones que tome hoy”.