El gobierno federal anunció y posteriormente abortó la creación de un monitoreo para transacciones a través de Pix superiores a R$ 5.000 para personas físicas y R$ 15.000 para empresas, medida destinada a combatir la evasión fiscal. La decisión generó una fuerte repercusión negativa, impulsada por desinformación, como la divulgada en un video del diputado Nikolas Ferreira (PL-MG), evidenciando el impacto de las fake news en la comunicación, en el comportamiento social y hasta en políticas públicas, como la caída en el uso de Pix y el retroceso de la medida
Para abordar estas cuestiones, es esencial destacar iniciativas y herramientas para combatir la desinformación y reforzar la importancia de un consumo crítico de información, tanto en el ámbito individual como institucional
Para Antônio Rocha Filho, profesor de Periodismo de la ESPM, no es la primera vez que grandes acontecimientos son impactados por la desinformación. Uno de los episodios más conocidos ocurrió en las elecciones estadounidenses de 2016, cuando llegó a circular la información de que el papa Francisco supuestamente estaría apoyando la candidatura de Donald Trump contra Hillary Clinton, lo que fue posteriormente desmentido.”
El avance de la tecnología y el uso de la inteligencia artificial amplían aún más las posibilidades de propagación de desinformación. Según Rocha Filho
“El avance de herramientas de inteligencia artificial ha agravado la difusión de desinformación, con contenidos manipulados, como voces e imágenes falsas, superando la capacidad de verificación. Este escenario se intensifica por la reciente decisión de Meta de suspender la verificación de hechos en EE. UU. y por la falta de avances en la regulación en Brasil, como el proyecto de las fake news en el Congreso. La lucha exige educación mediática, promoviendo el sentido crítico desde la educación básica, y la regulación eficiente para mitigar los impactos, especialmente en el campo político.”
Ricardo Gandour, investigador y también profesor de periodismo de la ESPM, complementa
"La fragmentación de la comunicación se ha intensificado en los últimos 10 años". Por un lado, tenemos la saludable universalización del acceso a la información. Por otro, el peligroso esparcimiento de información fabricada para confundir, representando un riesgo para las instituciones y la democracia.”
Los datos de la 21ª edición de la encuesta Panorama Político, del Instituto DataSenado, refuerzan la gravedad del problema. La investigación reveló que el 72% de los usuarios de redes sociales en Brasil ya se ha encontrado con noticias que consideran falsas en los últimos seis meses, un dato alarmante a las vísperas de las elecciones municipales de 2024. Además de eso, la mitad de los encuestados declaró tener dificultad para identificar contenidos falsos, evidenciando la necesidad de mayor educación mediática