Mantener a un empleado malo en el equipo cuesta caro – y no solo por el salario mensual pagado. Las empresas que toleran a colaboradores que no entregan resultados enfrentan un efecto dominó de perjuicios que van desde costos laborales acumulados hasta impactos profundos en la cultura organizacional y en la satisfacción de los clientes. El problema no está solo en el bajo rendimiento individual, pero en los daños invisibles que se propagan por el negocio.
De acuerdo con un análisis delGrupo Acelerador, con los costos directos e indirectos de un colaborador CLT, un empleado ineficiente puede representar una enorme inversión perdida a lo largo de los meses. Además de los cargos laborales como el INSS, FGTS, vacaciones y aguinaldo, hay un costo acumulativo de mantener a este profesional a lo largo de períodos de 3, 6, 9 y 12 meses. El resultado? Un gasto significativo sin el mínimo retorno para la empresa.
En el caso de un colaborador administrativo con un salario base de R$ 4 mil bajo el régimen del Simples Nacional, el costo mensual total para la empresa supera los R$ 5 mil. Al final de 12 meses, este valor puede llegar a más de R$ 61 mil.
El escenario se vuelve aún más crítico cuando el profesional en cuestión ocupa un cargo de liderazgo. Un gestor administrativo con un salario de R$ 10 mil bajo el régimen de Lucro Presumido puede costar más de R$ 15 mil al mes a la empresa, y la pérdida anual con este perfil puede superar R$ 185 mil. Esto sin considerar los costos invisibles que agravan aún más este impacto financiero.
Los costos invisibles de un colaborador malo
Además del impacto financiero, hay una serie de perjuicios silenciosos que comprometen el crecimiento de la empresa. “El primero está en el tiempo gastado en procesos de selección incorrectos o mal ejecutados, además de entrenamientos que no resultan en productividad, una vez que la contratación incorrecta, probablemente no va a funcionar. Cada empleado ineficiente requiere más seguimiento, correcciones y soporte, desviando el enfoque del equipo y de los gestores, destacaMarcus Marques, especialista en gestión empresarial y fundador del Grupo Acelerador.
Otro factor crítico es la contaminación del ambiente interno. Empleados desmotivados o desalineados con la cultura de la empresa minan la energía del equipo, reducen el compromiso de los colegas y crean un ciclo de insatisfacción que puede llevar a la pérdida de talentos. "Los empleados malos no solo dejan de generar valor para el negocio", pero acaban perjudicando a aquellos que realmente entregan resultados. Esto impacta directamente en la productividad, el ambiente de trabajo y los resultados financieros de la empresa, punta.
El impacto negativo también afecta a los clientes. Equipos desestructurados y poco eficientes ofrecen una atención o calidad por debajo de lo esperado, lo que puede comprometer la reputación de la empresa en el mercado. Además de eso, mantener a un colaborador de bajo rendimiento ocupa un puesto que podría ser ocupado por un profesional más capacitado y comprometido, convirtiéndose en un obstáculo para el crecimiento del negocio.
Cómo evitar este problema?
Detectar a un empleado que no está rindiendo bien puede ser un desafío, pero hay señales claras que pueden ayudarte: retrasos frecuentes, errores recurrentes, resistencia a retroalimentaciones, muchas conversaciones paralelas y falta de iniciativa son algunos de los principales indicadores. Monitorear el rendimiento a través de evaluaciones periódicas (sobre entregas realizadas y desempeño) ayuda a identificar estos comportamientos antes de que los daños se vuelvan irreversibles.
Una vez identificado el problema, la empresa debe buscar soluciones estratégicas. Los entrenamientos y mentorías pueden ser alternativas para intentar revertir el bajo rendimiento, pero, cuando no hay progreso, la decisión puede ser el despido.
Muchas empresas insisten en mantener empleados por miedo al costo del despido, pero se olvidan de calcular el costo invisible de mantenerlos. Cuando un colaborador no está contribuyendo a los resultados de la empresa, está comprometiendo su rentabilidad. Es como digo, demora para contratar (teniendo cuidado en el proceso de contratación) y sé rápido para despedir, una vez que ya haya aplicado 3 comentarios sin identificar cambio, punta Marques.
Además de los números directos, es necesario considerar los efectos secundarios invisibles que se acumulan: tiempo de RRHH, uso de recursos internos, desmotivación del equipo, impacto en la experiencia del cliente y el riesgo de mantener un liderazgo ineficaz que compromete toda la operación. "Cuando el profesional desalineado ocupa un cargo estratégico", los daños extrapolan lo operativo y afectan directamente el futuro del negocio, declara.
La importancia de un equipo de alto rendimiento
Las empresas que invierten en la cualificación y retención de talentos cosechan beneficios a largo plazo. Crear un ambiente que valora el desempeño y ofrece oportunidades de crecimiento hace que los mejores profesionales permanezcan comprometidos, reduciendo la necesidad de sustituciones constantes y evitando el desperdicio de recursos.
El secreto está en construir una cultura organizacional fuerte, donde el rendimiento sea valorado y los profesionales adecuados estén en los lugares correctos. “El éxito de una empresa está directamente relacionado con la calidad de su equipo”. Buenos empleados impulsan el crecimiento, mientras profesionales desalineados drenan tiempo, dinero y energía del negocio. Saber identificar y actuar rápidamente ante problemas internos es esencial para garantizar un ambiente productivo y saludable, concluye Marques.
