Un mundo, liderada por Sam Altman, CEO de OpenAI, está en el centro de un debate global tras la decisión de Alemania de excluir los datos de iris recolectados en la Unión Europea. La decisión de BayLDA, autoridad de protección de datos de Baviera, es un ejemplo de cómo la recolección de datos biométricos está saliendo del campo de la ciencia ficción para impactar directamente la vida de las personas
Según la Junta Europea de Protección de Datos (EDPB), El 70% de los europeos considera que la recolección de datos biométricos es invasiva, destacando preocupaciones sobre cómo se utilizan y almacenan estas informaciones.
Alan Nicolás, especialista en inteligencia artificial para negocios y fundador deAcademia legendaria[IA], alerta que el impacto de esta decisión va mucho más allá de las fronteras europeas. “El uso de datos biométricos ya no es una cuestión del futuro. Las personas necesitan entender que, al ceder estos datos, están poniendo en juego su privacidad y seguridad personal. La regulación debe ser más clara para proteger a los individuos, afirma
¿Qué está en juego con el escaneo del iris?
La decisión de BayLDA obligó a World a excluir datos de iris recolectados anteriormente, alegando que no había base legal suficiente para la recolección. Aunque la empresa afirme que los códigos de iris ya han sido eliminados voluntariamente, la orden exige nuevos procedimientos para garantizar el cumplimiento de las normas europeas
Damien Kieran, Director de Privacidad de Tools for Humanity, enfatizó la necesidad de una definición más precisa de anonimización en la Unión Europea. Él asegura que las imágenes de iris no se almacenan, pero los críticos de la práctica plantean dudas sobre el rastreo y uso de esos códigos
Porque a todos nos importa
En Brasil, a World activó 20 puntos de recolección en São Paulo, donde ya ha escaneado las iris de más de 189 mil personas. Aunque la empresa promete anonimato, los especialistas señalan que los datos biométricos son altamente sensibles y pueden ser explotados para fines no autorizados. El debate es esencial, porque estamos lidiando con información que puede ser utilizada para control o vigilancia, algo que afecta a todos, independientemente de estar en Europa o en Brasil, comenta Nicolás
En otros países, como España y Kenia, el proyecto también enfrentó barreras legales. En el caso español, la recolección fue interrumpida después de que la Agencia de Protección de Datos considerara que las prácticas violaban normas de privacidad
De la ficción a la realidad
Alan Nicolás explica que, hace pocos años, el uso de datos biométricos para crear identidades digitales era tema de películas de ciencia ficción. Hoy, es una realidad que influye desde la autenticación en sitios hasta la lucha contra perfiles falsos y deepfakes. “No se trata más de ficción. La cuestión ahora es cómo garantizar que estas tecnologías beneficien a las personas sin comprometer su privacidad. Como siempre, la tecnología no es la villana. Lo que necesita cuidados es la forma en que las personas la utilizan, resalta
La decisión alemana demuestra que la regulación debe acompañar el avance de la inteligencia artificial y de las tecnologías biométricas. “El mayor desafío es educar a las personas sobre los riesgos y garantizar que los gobiernos y las empresas trabajen juntos para crear reglas claras. Desafortunadamente, la legislación de ningún lugar del mundo puede seguir el ritmo de los avances y cuestiones éticas planteadas por estas nuevas posibilidades. Nos queda contar con la educación tecnológica de todos, así tendrán conciencia de los potenciales y peligros de cada herramienta, concluyó Nicolás