La reciente decisión de Google de que debe pagar una indemnización de más de R$ 50 mil a un consumidor por problemas relacionados con un juego comprado a través de Google Play plantea una advertencia para las empresas que median servicios y productos digitales. La decisión judicial se basó en el hecho de que el desarrollador del juego no tenía sede en Brasil, lo que impedía al consumidor buscar reparación directamente a la empresa responsable. Como resultado, la plataforma fue considerada parte de la cadena de consumo y responsable de las pérdidas sufridas. Sin embargo, la decisión aún no es definitiva y está siendo apelada, lo que significa que podría ser anulada o modificada.
Este caso pone de relieve un riesgo similar al que se produce en el mercado de apuestas deportivas en Brasil, que ha experimentado un crecimiento acelerado en los últimos años. Muchas plataformas se asocian con operadores extranjeros que no tienen representación en el país, lo que puede generar complicaciones legales para los consumidores. Sin una empresa legalmente establecida en Brasil, los clientes pueden enfrentar dificultades para reclamar sus derechos, exponiéndose a un escenario de incertidumbre jurídica similar al caso reciente de Google.
“Esta decisión refuerza el papel fundamental de las empresas que median productos y servicios digitales en la protección del consumidor. De acuerdo con el Código de Protección al Consumidor, cuando una plataforma participa en la cadena de consumo, debe asegurarse de que sus socios cuenten con una estructura legal que garantice los derechos del cliente. La falta de esta seguridad puede acarrear pérdidas financieras y daños a la reputación de la empresa”, explica.Priscila Condeli, Jefa de Operaciones Legales en DeltaAI.