Cuántas veces te has emocionado con una campaña de marketing? Las personas se conectan con personas, algo que está cada vez más presente en las estrategias corporativas para fortalecer esa conexión sentimental con sus clientes. Cuando una marca logra transformar su mensaje en una historia envolvente, deja de ser solo una opción en el mercado y se convierte en parte de la vida del público, algo que, si se ejecuta bien, podrá traer excelentes resultados para la reputación de la marca y para las ventas
El consumidor moderno está más informado, más exigente y con menos paciencia para marcas que solo "empujan" productos. Vivimos la era de la personalización, del propósito y de la transparencia, donde las marcas que logran humanizar su comunicación y ofrecer experiencias auténticas, ciertamente, salgan al frente. Eso, aliado al crecimiento de la inteligencia artificial y la automatización, hizo que el factor humano pasara a ser aún más valorado, resaltando la importancia de unir la tecnología a la sensibilidad con el fin de crear experiencias memorables que generen diferenciales competitivos
En este escenario, muchas empresas crean conexiones emocionales tan fuertes que sus clientes se convierten en verdaderos fans, conectándose no solo con los productos o servicios ofrecidos, pero con los seres humanos detrás de todo esto. De acuerdo con estudios de neuromarketing, como prueba de esto, las campañas con contenido puramente emocional tuvieron un rendimiento aproximadamente dos veces mejor que aquellas con contenido solo racional. Pero, una buena narración va más allá de solo esta conexión emocional
Cuando está bien construida y aliada a una narrativa bien contada, esa conexión despierta deseo y necesidad, haciendo que el cliente se identifique con los valores de la marca, siente que ella entiende tus dolores y deseos, que conversa con él y percibe que hay un propósito mayor detrás de esa comunicación – algo que puede ser decisivo para generar una conversión
Marcas que crean fuertes sienten el impacto directamente en las ventas. Al fin, los consumidores fieles tienden a comprar más veces y defender a esa empresa, recomendando para familiares y amigos. Además de eso, esa fidelidad ayuda a reducir la sensibilidad a descuentos y promociones, pues pagas por aquello que ves valor. Clientes que se sienten comprendidos y valorados también tienen menos probabilidades de migrar a competidores, mejorando también la tasa de retención
Ahora, cómo las empresas pueden fortalecer esa conexión emocional y conquistar todos esos beneficios? Comienza conociendo, profundamente, su cliente. Utiliza datos para entender tus dolores, deseos y comportamientos. Cuanto más personalizado sea el contenido, mayor la oportunidad de generar una conexión real
Con esta información en mano, construye una narrativa auténtica. Cuenta historias reales, con personajes, desafíos y emociones. Una buena narrativa engancha porque refleja situaciones de la vida del público, despertando empatía e identificación. Un consejo para construir esto es utilizar disparadores emocionales de los consumidores, al final, emociones como pertenencia, nostalgia, superación y empatía, cuando se usan con sensibilidad, hacen el mensaje más impactante
Crea experiencias multicanal y memorables, independientemente de la plataforma invertida. Las campañas deben reflejar el tono emocional de la marca, y la experiencia tiene que ser fluida, coherente y encantadora en todos los puntos de contacto. Todo esto debe estar alineado a un propósito y valor muy claros, pues los consumidores modernos valoran marcas que se posicionan. Transparencia, inclusión, sostenibilidad y responsabilidad social son temas que generan compromiso cuando se comunican con verdad
Recoja la mayor cantidad de información posible sobre los comportamientos y necesidades de sus clientes, entiende los disparadores que más funcionan para este público, mide los resultados y entiende los impactos de esto con las métricas de conversión. Marcas que logren equilibrar estos dos universos (razón y emoción) con estrategia y sensibilidad, no solo venderán más, como también conquistarán algo aún más valioso: lealtad emocional