Impulsada por los avances tecnológicos y la creciente aceptación del mercado, la inteligencia artificial se ha consolidado como un elemento estratégico para las empresas de Brasil. Según una encuesta de IPSOS y Google, el 54% de los brasileños utilizó IA generativa en 2024, superando el promedio mundial del 48%. Sin embargo, este crecimiento acelerado también conlleva desafíos, especialmente en lo que respecta a la seguridad y la gobernanza de los datos corporativos.
La llegada de DeepSeek, un chatbot de inteligencia artificial chino de código abierto, ha intensificado este debate. Lanzada silenciosamente en Brasil en enero de 2025, la plataforma rápidamente ganó popularidad y se convirtió en un competidor prometedor de ChatGPT de OpenAI y Gemini de Google. Especialmente porque, mientras estos gigantes requerían inversiones de miles de millones de dólares, DeepSeek fue creado con un presupuesto significativamente menor, lo que genera dudas sobre la necesidad real de estas súper inversiones.
La supuesta eficiencia y rendimiento del modelo chino sugiere que tal vez el mercado de la IA pueda estar avanzando por un camino más rentable, lo que lleva a reflexionar sobre la viabilidad de inversiones tan grandes en empresas occidentales, cuyos modelos de negocio ahora parecen superados por alternativas más asequibles e igualmente eficientes.
Sin embargo, Deepseek plantea cuestiones críticas más allá de las diferentes sensibilidades éticas. La naturaleza abierta de la plataforma plantea cuestiones relacionadas con la seguridad, por lo que las empresas que utilizan IA de código abierto deben tener cuidado de preservar su información.
Recientemente, una falla de Deepseek expuso los mensajes de usuario y las claves API, lo que generó preocupaciones sobre la privacidad en el sistema. Además, varios países, como Australia, Corea del Sur, Taiwán, Países Bajos e Italia, han restringido su uso debido al riesgo de compartir información con servidores chinos.
IA en el mundo corporativo: cómo equilibrar innovación y seguridad
Mientras algunas naciones están adoptando una postura más cautelosa, Brasil está avanzando rápidamente en la adopción de inteligencia artificial. El estudio de IPSOS y Google también muestra que el 65% de los brasileños ve la tecnología como prometedora y el 60% cree que creará más empleos. La confianza en que la IA transforme el mercado laboral creció del 62% al 68% en un año, mientras que los temores a la pérdida de empleos cayeron del 20% al 15%.
Para las empresas, esta realidad representa tanto una oportunidad como un desafío. El crecimiento del uso de IA requiere un equilibrio entre innovación y seguridad, con pautas que incluyen una evaluación cuidadosa de riesgos, implementación de transparencia y gobernanza, capacitación de equipos y asociaciones con proveedores confiables. Adoptar tecnologías como DeepSeek sin una estrategia sólida puede exponer a las empresas a riesgos regulatorios, fugas de información e inestabilidad operativa.
Además, la falta de cumplimiento de las regulaciones locales de protección de datos y la vulnerabilidad a los ciberataques pueden comprometer la integridad de la empresa, dañando su reputación y la confianza de los clientes. Por lo tanto, es esencial que las organizaciones realicen una evaluación cuidadosa antes de implementar estas tecnologías, asegurándose de que sus elecciones estén alineadas con las regulaciones y la protección de datos sensibles, minimizando los posibles daños a largo plazo.
Una estrategia que ayuda a las empresas a mantener su ciberseguridad actualizada y eficiente, por ejemplo, es la Gestión del Ciclo de Vida de la Seguridad (SLM). Garantiza que todas las etapas de la protección de la información, desde la identificación de riesgos hasta la respuesta a incidentes, se supervisen y mejoren constantemente.
En la práctica, esto significa que la seguridad no se trata como algo estático, sino como un proceso continuo. Constantemente surgen nuevas amenazas, por lo que es esencial revisar, ajustar y fortalecer las medidas de protección periódicamente. SLM permite a las organizaciones anticipar problemas potenciales y mantener sus datos y sistemas protegidos en todo momento. En otras palabras, la adopción de IA debe ir acompañada de políticas claras de cumplimiento y seguridad, garantizando que su uso esté alineado con los objetivos corporativos y la protección de datos sensibles.
La inteligencia artificial generativa ya forma parte de la realidad empresarial brasileña y seguirá expandiéndose en los próximos años. El caso de DeepSeek resalta la necesidad de una mirada crítica a la seguridad y la gobernanza, pero también refuerza el potencial transformador de la IA en el mundo corporativo. Las empresas que sepan integrar esta tecnología de forma responsable y estratégica tendrán una ventaja competitiva, impulsando la innovación y el crecimiento sin comprometer la protección de datos y la confianza del cliente.