Es tan improbable imaginar nuestra sociedad viviendo sus rutinas sin el uso de los innumerables recursos digitales que tenemos actualmente, de las cuales podemos destacar la inteligencia artificial (IA) y las redes sociales. Sea para fines profesionales o de ocio, estas tecnologías están presentes en diversas tareas de nuestro día a día – a cuáles, por más beneficios incuestionables que traigan, también están impactando, negativamente, el sentido crítico de las personas. Un efecto preocupante que puede generar consecuencias aún mayores si no se comprende y combate adecuadamente
Ambos los recursos están fuertemente presentes en nuestro país. En 2024, como ejemplo, datos de Datareportal identificaron que Brasil contaba con 144 millones de usuarios activos en redes sociales, representando 66,3% de la población total. Cuánto el uso de la IA, el escenario no podría ser diferente: tres de cada cuatro brasileños utilizan esta tecnología en el trabajo, según una encuesta realizada por Opsos y Google – considerada como algo crucial para manejar información compleja y encontrar soluciones innovadoras para los desafíos empresariales
No toda tecnología, sin embargo, presenta solo ventajas. Aunque son ampliamente utilizadas por la sociedad, la IA, como ejemplo, presenta un enorme desafío de ampliación en lo que respecta a su consumo energético. Se estima que es necesario usar más de 10 veces energía para una investigación en IA en comparación con los buscadores tradicionales. En las redes sociales, el obstáculo es en cuanto a la difusión y las noticias falsas, lo que se muestra cada vez más difícil en el ámbito de la polarización global
Tanto a medio como a largo plazo, hay una desventaja más preocupante en el uso excesivo de estos recursos, los cuales podrán impactar, severamente, el enfoque y sentido crítico de las personas. Eso es porque, todos los días, somos expuestos a un aluvión de información (pandemia de información), cuyo análisis y verificación de esta alta cantidad se convierte en un gran desafío sin la debida orientación de mecanismos seguros para ello
Con el enfoque de los usuarios gradualmente siendo perjudicado, ese sentido crítico se vuelve cada vez más difícil de aplicar. Al fin, en un mundo cada vez más instantáneo, es complejo separar tiempo de calidad para profundizar en el tema y verificar si es correcto o no. Saber, en otras palabras, "minerar" y separar el "trigo de la paja" en lo que respecta a la información recibida día a día
Yendo más allá de este impacto en la superficialidad de la información, muchos estudios académicos muestran una correlación del aumento de la ansiedad y la depresión debido al uso masivo de las redes sociales, además de correlación con otros trastornos asociados por las diversas horas conectados y enchufados a una pantalla. Fue lo que mostró el Panorama de la Salud Mental 2024, realizado por el Instituto Cactus en colaboración con AtlasIntel – el cual informó que el 45% de los casos de ansiedad en jóvenes de 15 a 29 años están relacionados con el uso intensivo de estas plataformas
En el mercado, la falta de ese sentido crítico también tiende a perjudicar la innovación, a cual es creada e invertida, principalmente, para solucionar dolores y problemas de la sociedad. Una de las grandes "entradas" para generar la innovación es el conocimiento sobre algo, sin embargo, cuando no entendemos algo y delegamos ese análisis a una tecnología, mucho se pierde en el proceso, elevando el impacto en la creación de nuevos productos, servicios, proceso y, consecuente, en innovación
Estamos en un escenario delicado en conciliar, de manera saludable e inteligente, el uso de estas tecnologías en nuestra cotidianidad, sin que afecten nuestro sentido crítico y desencadenen impactos severos para la población y todo el mercado. E, en lo tange a las empresas, la mejor manera de evitar o mitigar estos problemas es el uso de modelos de gobernanza destinados a analizar cada uno de estos puntos y proporcionar orientaciones más precisas de cómo usufructuar estos recursos de la mejor manera posible
Uno de los modelos que más viene destacándose en este sentido es la ISO de Inovación, metodología recién publicada que pretende analizar todas las oportunidades y amenazas del mercado y de tecnologías para generar la innovación dentro de las organizaciones. Ella proporciona las mejores pautas a ser seguidas por cada empresa, a fin de que alcancen sus objetivos y aspiraciones de destaque competitivo
No hay como eliminar la IA o las redes sociales de nuestras rutinas, lo que exige una alta responsabilidad en manejarlas con inteligencia, de manera que sean aliadas benéficas en vez de de tecnologías perjudiciales al sentido crítico de la población. Con ese discernimiento y el apoyo de metodologías robustas en ese sentido, tendremos en manos soluciones altamente eficaces para nuestras tareas
Alejandro Pierroes maestro en gestión e ingeniería de la innovación, bachiller en ingeniería mecánica, físico nuclear y especialista de gestión de la PALAS, consultoría pionera en ISO de innovación en América Latina